¿Cómo mejoraría los resultados de mis alumn@s?

Como siempre, habría que partir de una base, y ésta podría ser la investigación en un curso académico de la relación existente entre el desarrollo de la competencia social en el aula y el desarrollo global y académico del alumnado.

El currículum está caracterizado por ser semiabierto y semiflexible y nos permite a los docentes cierto margen de actuación que dependerá fundamentalmente de sus inquietudes profesionales y de la manera de entender la educación. Gracias a esta autonomía, los docentes podrán adaptar el currículo establecido a los contextos y aulas en los que se encuentran.

Personalmente propondría una labor en equipo, que pondría en marcha una necesaria colaboración entre los maestros de una misma comunidad educativa. Pienso que si se comparten problemas, fracasos y logros educativos se vive de manera más activa el proceso.

Una vez consolidado el equipo de trabajo, atenderíamos en primer lugar a aquellos alumnos con claros problemas tanto educativos como sociales. Si un alumno tiene problemas fuera del colegio, es muy difícil que no los tenga dentro de él, ya que estos pueden afectar en el rendimiento. Por tanto intentaríamos mediante charlas y sesiones con el departamento de orientación dar consejos y posibles soluciones a determinadas situaciones.

A pesar de empezar por aquellos alumnos que más lo necesitan, no se debe dejar a ninguno atrás ya que, tanto unos como otros, en mayor o menor medida, todos necesitan ayuda.

Resueltos o atajados los problemas de índole personal pasaríamos a aquellos que dificultan el desarrollo intelectual. No existe nada más provechoso que un docente implicado con su trabajo y dispuesto a dedicar algo más de esfuerzo y tiempo en sus alumnos.

En caso de ser necesario, se podrían instaurar en el centro una especie de tutorías donde los mismos profesores que imparten las áreas dedican un tiempo a explicar a un grupo muy reducido lo que se está impartiendo a toda la clase.

 

Quien quiere, puede.